sábado, 12 de diciembre de 2015

Homilía Domingo tercero de Adviento

El Adviento invita a todos los bautizados a la vigilancia, a preparar el camino al Señor, a una mayor conversión porque Él viene, porque “el Señor está cerca”. La presencia ya cercana del Señor ha de ser al mismo tiempo la causa de una alegría creciente, de una alegría intensa para el creyente. Es a esa alegría a la que invita el apóstol Pablo cuando escribe a los filipenses: “Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres… El Señor está cerca”.