viernes, 24 de julio de 2015

Homilía Domingo XVII Ordinario/B

Homilía Domingo XVII Ordinario/B
Ante una multitud que tenía hambre, cuando sus apóstoles sugerían a Jesús que se desentendiera de esa gente, que la enviara a resolver su problema y cada quien comprara algo para comer, él les dijo: “Denles ustedes de comer” (Mc 6, 35-36). Les pidió compartir los cinco panes y los dos peces que tenían para sí; con su bendición, alcanzó para todos, y hasta sobró.

viernes, 17 de julio de 2015

Homilía Domingo XVI del Tiempo Ordinario/B

Homilía Domingo XVI del Tiempo Ordinario/B
Jeremías denuncia fuertemente, por el bien de Dios, a los malos pastores y líderes religiosos de su pueblo (1ª lectura). A ellos no les interesa realmente el pueblo; más aún, dispersan el rebaño, los explotan y poco se preocupan de él. A veces es la gente la que se queja de los malos pastores. Esta vez es Dios mismo quien se queja de ellos. Pero los profetas nunca denunciaron sin la esperanza de un anuncio. El anuncio de Jeremías es la venida del Buen Pastor, Jesús, lleno de justicia y compasión por su gente.

sábado, 11 de julio de 2015

Homilía Domingo XV del Tiempo Ordinario/B

Homilía Domingo XV del Tiempo Ordinario/B
“Los cristianos laicos obtienen el derecho y la obligación del apostolado por su unión con Cristo Cabeza. Ya que insertos en el bautismo en el Cuerpo Místico de Cristo, robustecidos por la Confirmación en la fortaleza del Espíritu Santo, son destinados al apostolado por el mismo Señor. Son consagrados como sacerdocio real y gente santa (Cf. 1 Pe., 2,4-10) para ofrecer hostias espirituales por medio de todas sus obras, y para dar testimonio de Cristo en todas las partes del mundo” (n. 3). También san Juan Pablo II dijo que la “La necesidad de que todos los fieles compartan tal responsabilidad no es sólo cuestión de eficacia apostólica, sino de un deber-derecho basado en la dignidad bautismal, por la cual «los fieles laicos participan, según el modo que les es propio, en el triple oficio-sacerdotal, profético y real- de Jesucristo” (RM 71).

viernes, 3 de julio de 2015

Homilía Domingo XIII del Tiempo Ordinario/B

Homilía Domingo XIII del Tiempo Ordinario/B
El Evangelio de este domingo nos habla precisamente de cómo Jesús no fue aceptado ni creído por los suyos, por sus paisanos. Allá en la sinagoga de su pueblo, al llegar el sábado la multitud se aprestó a escucharle. Pero se preguntaba con asombro: ¿de dónde saca todo eso que nos dice?, ¿pero no es el carpintero, el hijo de la señora María…? Y no le creyeron. Llega a decir el Evangelio que no pudo hacer milagros, por la falta de fe de sus paisanos. Dirá entonces Jesús una frase célebre, que ha pasado al decir popular: nadie es profeta en su tierra, ni en su casa, ni entre su gente.