Homilía: Segundo domingo del Tiempo Ordinario/A (Jn 1, 29-34)
Se ha perdido la conciencia de pecado. Pero san Juan, lo queramos o no
nos dice: este es el Cordero… Reconozcámoslo, somos culpables. Al menos, no
somos inocentes en un mundo dividido, en una sociedad injusta, en un sistema
deshumanizado. Vivimos en un mundo de pecado, en un mundo inhumano, fratricida,
insolidario…